PUESTA EN PRÁCTICA DEL MÉTODO DE ALEATORIEDAD


Tras un ejercicio de relajación en el que había que escuchar los ruidos que nos rodeaban. El profesor propuso un ejercicio. Íbamos a poner en práctica el método de aleatoriedad. Ocho personas escogidas al azar debían decir en voz alta la primera palabra que se les ocurriese, cualquiera. Las palabras que salieron, con algunas sorpresas fueron: tiempo, tipi, lápiz, jardín, volar, sueño, carretilla, camping-gas.

Con estas palabras había que crear una historia, usándolas todas. Toda la clase nos pusimos a ello durante cinco minutos y creo que fui el único que pensó en una historia que usaba las ocho palabras en el orden que se había dicho y que no usaba derivaciones de la palabra. No se especificó que se pudiese variar el orden y la raíz de las palabras pero yo entendí que era un desafío mayor usarlas conforme se dijeron y en el orden en el que se habían dicho. Me quedé con las ganas de leer en alto mi breve historia pues tampoco se necesitan muchas frases para usar estas ocho palabras:

El tiempo se detuvo en las tipis hechas de lápiz cuando en el jardín comenzabas a volar en un sueño que se interrumpió por una carretilla estrellándose con el camping-gas, explotando.

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