SEIS SOMBREROS PARA PENSAR



Es un ejercicio muy interesante y que debió de ser apasionante pero que lamentablemente me fui imposible acudir porque tenía que hacer un examen en Alcobendas para el curso de Steadicam a la misma hora. El ejercicio consistía en que un grupo se ponía sombreros de distintos colores y tenía que adoptar la personalidad prefijada con el color del sombrero.

Negro – pesimista, nunca está conforme con nada, siempre tiene que criticar y poner pegas.

Amarillo – siempre tiene que mirar las posibilidades, ser optimista, sacar soluciones.

Blanco – da información objetivamente.

Rojo – es el más positivo, todo lo ve bien y es muy apasionado, cree ciegamente en todo lo que dice.

Verde – es el indiferente, no le preocupa si algo está bien o mal, es creativo y original pero despegado.

Morado – especialmente sensibilizado con el medio ambiente y la sociedad.

Azul – el equilibrio, es el moderador, otorga y quita la palabra entre todos los demas.

Con la de sombreros que tengo, que soy conocido como “el de los sombreros” porque en las fiestas de la residencia siempre me pongo alguno. Sin duda me hubiera puesto el sombrero negro característico de Rusia, con orejeras de pelo con la hoz y el martillo. Además que por mi personalidad el rol de pesimista, criticar y poner pegas es el que mejor se me daría.

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